sábado, 19 de enero de 2013

Habitos de higiene y salud




                                                        DESARROLLO FISICO Y SALUD                          



                    HÁBITOS DE HIGIENE Y SALUD

Los buenos hábitos de higiene son esenciales en el cuidado de la salud. Si no nos bañamos con frecuencia, olvidamos de lavarnos las manos o no nos cepillamos los dientes luego de comer, estaremos en condiciones de contraer muchas, y graves, enfermedades.
Como no somos individuos aislados del mundo, la higiene personal también es importantísima para interactuar con quienes nos rodean. ¿Te gustaría vivir con alguien que se ve y huele mal? ¡Seguro que no! Por eso, te exigimos que sigas estos buenos hábitos de higiene.

El que los niños adquieran actitudes y hábitos adecuados en relación a la higiene personal, así como del entorno, es importante dentro de las actuaciones de Educación para la salud que se realizan en los centros docentes, sobre todo con los más pequeños

En la adquisición de estos hábitos juega un papel fundamental la familia. El niño tiende a hacer aquello que ve, aunque en el colegio se hable sobre higiene y se tenga establecida una serie de hábitos, difícilmente llegarán a formar parte de su estilo de vida si sus padres con su actitud y comportamiento no contribuyen a ello. Es importante que el niño disponga de todos los útiles necesarios para su aseo: jabón, papel higiénico, cepillo de dientes, peine, toalla... y se sienta responsable de ellos. Sí come en el colegio sería interesante que dispusiera de una bolsita de aseo o al menos cepillo y pasta dental. Por supuesto en el colegio debe haber siempre papel higiénico, jabón y toalla

Los padres y educadores se encuentran con frecuencia con el problema de que los niños no quieren lavarse. Hay que abandonar posiciones moralistas, en las que la limpieza es buena y la suciedad es mala, es necesario insistir en la higiene del entorno y el aseo personal como fuente de bienestar y vivencias agradables. Lavarse no es un deber ingrato impuesto, sino algo que puede hacer que el niño/a se sienta a gusto. No martillar al niño/a con conductas aconsejables, se debe dejar que el niño experimente por sí mismo las diversas sensaciones, ensuciarse puede ser agradable y lavarse luego también. La limpieza no debe ser una obsesión ni para el profesor ni para los padres, más que decirle al niño que no se ensucie ni ensucie, hay que enseñarle a limpiarse, a mantener el entorno limpio y proporcionarle los medios y el tiempo necesario para ello. La higiene es un concepto que va mucho más allá de la limpieza o asco: comprende otra serie de aspectos como el ejercicio físico, la alimentación, el sueno La higiene personal y del entorno son básicas para mejorar la salud. La limpieza aumenta la sensación de bienestar personal y facilita el acercamiento de los demás y en consecuencia, las relaciones interpersonales. El ambiente en que se desenvuelve el individuo debe reunir unas condiciones higiénicas adecuadas (aireación suficiente, ausencia de humedad y polvo, sistema de eliminación de aguas.. .) para mantener un óptimo estado de salud. Es importante que los niños aprendan a valorar el hecho de la higiene como medida para el logro de un mayor bienestar personal con los demás. Padres .y educadores tienen un papel fundamental en la adquisición de estos hábitos.

 

Pomueve la salud y el bienestar personal, ayuda a mejorar la vitalidad del cuerpo y mantenerlo en un estado saludable.

Los hábitos de higiene y salud ayudan al niño a cuidad y a valorar su propio cuerpo y a percibir con satisfacción la limpieza como bienestar personal. (por ello, es importante crear hábitos de higiene en el niño, desde edades muy tempranas, les transmite sensación de bienestar y de seguridad).


Lava tus manos.

Este es uno de los hábitos de higiene básicos. Debemos lavarnos las manos con agua y jabón antes de ir a comer, cuando llegamos de la calle, después de toser, estornudar o tocar  dinero o basura. La higiene de manos es esencial para protegernos de virus y bacterias. Si no tienes agua y jabón, aséate con alcohol en gel.







Báñate regularmente. Cuando nos bañamos, no sólo quedamos más limpios, frescos y relajados sino que además removemos las células muertas que se acumulan en la piel y el cabello. No necesariamente tienes que bañarte o lavarte el cabello todos los días, pero sí tienes que hacerlo con frecuencia. No bañarse puede causarnos enfermedades.

 













Corta tus uñas. Unas uñas sucias o demasiado largas no se ven agradables. Corta las uñas de las manos y los pies a menudo para tener un aspecto prolijo y evitar infecciones.





Lava tus dientes. Una mala higiene bucal causa varios problemas en nuestra boca: se acumulan bacterias, se debilitan los dientes y se dañan las encías. Además, tendremos una sonrisa poco atractiva. Lava tus dientes después de cada comida, cuando te levantes y vayas a dormir y no te olvides del hilo dental, que es tan importante como el cepillado. Visita tu odontólogo un par de veces al año para tener todo bajo control.













HABITOS PARA LA BUENA SALUD

 Llevar hábitos saludables es esencial para mantenernos sanos, jóvenes y en forma más allá de la edad que tengamos. Seguir una vida saludable, en definitiva, nos hace tener una vida mejor. En VivirSalud hemos hecho una lista de 10 hábitos saludables que nunca deberías dejar de lado.
Te aseguramos que si logras convertirlos en parte de tu estilo de vida te sentirás con mucho más energía y con más juventud. Es sólo cuestión de estar dispuesto y poner voluntad para cumplirlos en la medida que nos sea posible.

Tomar agua




Comenzamos con uno de los hábitos más saludables y recomendados: beber abundante agua. Se dice debemos beber al menos 8 vasos de agua diariamente. Beber agua limpia y purifica al organismo por dentro, elimina las toxinas, nos ayuda a digerir mejor los alimentos, acelera el trabajo del metabolismo (lo que puede ayudarnos a bajar de peso) y, por si fuera poco, mejora el aspecto de la piel y cabello.

Consumir alimentos ricos en fibra



Una alimentación saludable no debería dejar de lado los vegetales, las frutas frescas, los granos enteros, los frijoles, las nueces, los frutos secos, las semillas crudas y otros alimentos que sean fuentes de fibra. Puedes leer el artículo 10 alimentos ricos en fibra para identificarlos. ¡Intégralos día a día!

Hacer ejercicio regularmente





Lo imaginabas, ¿no? Practicar actividad física varias veces por semana es, sin duda alguna, uno de los hábitos saludables que deberíamos cumplir. Ya sabemos de sobra que la actividad física es un aspecto infaltable para mantenernos saludables. Sin embargo, debemos ejercitarnos de forma prudente. Caminar a diario o levantar pesos livianos de forma frecuente es más recomendable que realizar ejercicios aislados de alto impacto.

Reducir el consumo de grasa



Nos referimos a las grasas saturadas o grasas trans (las "grasas malas") presentes básicamente en la llamada comida chatarra. Las investigaciones demuestran que lo mejor es que las grasas ocupen alrededor del 25- 30% de las calorías ingeridas totales. La gran mayoría de grasas que ingieras deben ser grasas saludables como los ácidos grasos omega-3.
Consumir demasiado sodio propiciará la retención de agua y una presión arterial alta, lo que puede llevarnos a sufrir hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares. Poco a poco, ve disminuyendo la sal de tus comidas. Por experiencia propia te digo que es sólo cuestión acostumbrarse.

Dormir unas 7 horas al día



Dormir es una de las funciones más importantes de nuestro organismo y no deberíamos descuidarla. Es durante las horas de sueño cuando nuestro cuerpo se recupera de la actividad del día. Por tal motivo, tómate el descanso como una prioridad para mantenerte saludable y con energías.

Eliminar los hábitos negativos


Dile adiós al consumo excesivo de cafeína y otros estimulantes. Ni que hablar de abandonar el consumo de alcohol y si eres fumador, ¡abandonar el cigarrillo! Intenta reemplazar los malos hábitos con nuevos hábitos saludables. Te sentirás mucho mejor al corto plazo y tu organismo te lo agradecerá con el paso de los años.

Deshacerse de los carbohidratos refinados


Los alimentos con grandes cantidades de azúcar no son recomendables si queremos llevar una dieta nutritiva. Si bien no está mal darnos un gusto de vez en cuando no deberíamos excedernos con este tipo de alimentos.

Mantener un peso saludable




Un exceso de peso así como una rápida pérdida de kilos no es recomendable para tu organismo. Abandona la idea de recurrir a las pastillas para adelgazar y a la dieta de moda. Sólo necesitas cumplir con ciertos hábitos saludables para lograr la figura que tanto deseas.

Reducir el estrés



En mayor o menor medida, todos vivimos situaciones de estrés alguna vez y lo consideramos algo normal. De hecho se lo llama el "mal del siglo". Sin embargo, eso no quita que sea grave: el estrés perjudica nuestra salud mental, emocional y física. Intenta combatir el estrés para vivir más sano y feliz. Aunque no lo creas, hay miles de formas de luchar contra este mal